Florence Nightingale nace el 12 de mayo de 1820 en Florencia (Italia). Muere el 13 de agosto de 1910 en Londres. Fue enfermera, escritora, docente, estadística epidemiológica y asesora en el diseño de hospitales.
Sus mayores logros
Constituye a la Enfermería como una profesión de notable reconocimiento y elabora el primer programa oficial para la formación de enfermeras en la Escuela Nightingale que creó en 1860 a su regreso de Crimea.
“Lo que importa no es lo que nos haga el destino sino lo que nosotros hagamos con él”
Influyó considerablemente en el ‘modelo’ creado de la Cruz Roja Británica en 1870, formando parte de su comité de damas el resto de su vida. Su relevancia fue tal en la organización que cuando en 1872, Henry Dunant visitó Londres manifestó que “a pesar de que soy conocido como el fundador de la Cruz Roja y el promotor de la Convención de Ginebra, es a una dama que todo el honor de esa convención es debido. Lo que me inspiró a viajar a Italia durante la guerra de 1859, fue el trabajo de Miss Florence Nightingale en Crimea.”
“La observación indica cómo está el paciente; la reflexión indica qué hay que hacer; la destreza práctica indica cómo hay que hacerlo. La formación y la experiencia son necesarias para saber cómo observar y qué observar; cómo pensar y qué pensar”
De Florence destacó, además, su aportación al pensamiento feminista victoriano que condensó en 1860 con la publicación de “Suggestions for Thought to Searchers after Religious Truth” y su ensayo titulado “Cassadra”, publicado tras su muerte en 1928 por Ray Strachey.
Sus primeros pasos
Sus primeros pasos se centran en su paso por la Guerra de Crimea (1853-1856) librada por el Imperio ruso y el Reino de Grecia de un bando y el Imperio otomano, Francia, Reino Unido y el Reino de Cerdeña del otro. El 21 de octubre de 1854 parte, llegando a la base militar de Selimiye en Scutari con su tía Mai Smith y 37 enfermeras, en los primeros días del mes siguiente. Allí encontró heridos de guerra entre “suciedad, infección, escasez y un ambiente inadecuado carente de un equipo médico eficaz en un hospital dañino”.
“Las mujeres anhelan una educación que les enseñe a enseñar, que les enseñe las reglas de la mente humana y cómo aplicarlas”
El verano de 1855, el tifus, el cólera la disentería o las “heridas de guerra”, sesgaron la vida a 4077 soldados, de los que esta última fue la menos agresiva (un 10 % del total de decesos). Las condiciones en el hospital de las barracas eran altamente letales: falta de saneamientos y un destacado hacinamiento carente de una ventilación adecuada. Con la mejora de estas dos cuestiones, gracias a la intervención de Florence Nightingale, la mortalidad bajo de manera considerable (aunque hasta su regreso a Londres pensó que la carencia de material médico, la inadecuada nutrición y el agotamiento de los soldados era la causa fundamental de muerte).
“Es el resultado no calificado de toda mi experiencia con los enfermos que después de su necesidad de aire fresco, es su necesidad de luz; que después de estar en una habitación cerrada, lo que más les duele es una habitación oscura y que no es solo luz sino la luz directa del sol lo que quieren”
Se llegó a decir de ella en el periódico The Times el 8 de febrero de 1855:
Sin exageración alguna es un ‘ángel guardián’ en estos hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a la vista de ella. Cuando todos los oficiales médicos se han retirado ya y el silencio y la oscuridad descienden sobre tantos postrados dolientes, puede observársela sola, con una pequeña lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas.
Los pasos que siguieron a los primeros
El éxito que atesoró durante su estancia en Scutari motivó la creación del Fondo Nightingale cuya finalidad radicaba en formar y entrenar a enfermeras, en el que jugó un papel fundamental su buen amigo Sidney Herbert.
“La enfermería pone al paciente en las mejores condiciones para que la naturaleza pueda sanar las heridas”
La ‘Nightingale Training School’ se inauguró el 9 de julio de 1860 en el hospital Saint Thomas (actualmente se denomina ‘Florence Nightingale School of Nursing and Midwifery’ y forma parte del King’s College de Londres) cuya primera promoción comenzó a trabajar el 16 de mayo de 1865 en la ‘Liverpool Workhouse Infirmary’.
En 1859 publica el libro titulado Notes on nursing: What it is, and what it is not, documento que se creó como base para el entrenamiento en la ‘Florence Nightingale School of Nursing and Midwifery’ y el resto de los centros docentes que fundó, además de valer como herramienta para realizar cuidados de enfermería a domicilio. Un año antes publicó Notes on hospitals being two papers read before the National Association for the Promotion of Social Science, at Liverpool, in October, 1858: with evidence given to the Royal Commissioners on the state of the army in 1857.
«Si usted no es capaz de adquirir el hábito de la observación de una manera u otra, mejor renuncie a ser enfermera porque no es su vocación, sin importar cuán ansiosa esté por serlo”
Linda Richards, en la década de los setenta del siglo XIX, regresa a los Estados Unidos de Norteamérica como el encargo de establecer una red de escuelas de enfermeras altamente cualificadas y con una considerable calidad.
Tras su regreso de Crimea padeció una ‘fatiga crónica’ que algunos autores han querido ver como un ‘cuadro depresivo’ que la obligó a la postración en numerosas ocasiones. Otros han querido ver en su padecimiento los efectos de una ‘espondilitis’ o incluso ‘brucelosis’.
“Educar no es enseñar al hombre a saber, sino a hacer”
Muere a los 90 años, el 13 de agosto de 1910, para posteriormente ser sepultada en la Iglesia de St. Margaret en East Wellow, Hampshire.
Su trabajo como investigadora
A su regreso a Inglaterra en 1856 demostró ante la Comisión Real para la Salud, órgano perteneciente al Ejército inglés, que la causa del número tan elevado de deceso entre los soldados era consecuencia de las penosas condiciones en las que se encontraron los hospitales durante la contienda bélica de Crimea. A partir de este momento, se convirtió en una defensora a ultranza de la higiene hospitalaria, de una arquitectura adaptada a las necesidades asistenciales y de las adecuadas condiciones de salubridad de las ciudades anglosajonas y del resto del Imperio.
“El primer requisito de un hospital es que no debes hacerles daño a los enfermos”
Sus dotes para las matemáticas le permitieron ser una de las primeras en representar ‘información estadística en gráficos visuales’ de tipo circular denominado ‘diagrama de área polar’ o ‘diagrama de la rosa de Nightingale’. Junto a su estudio estadístico de los hechos ocurridos en Crimea retrató las condiciones sanitarias de las zonas rurales de la India que materializó en un informe donde propuso mejoras en el campo de la salud pública india. Ante sus aventajadas capacidades, la Royal Statistical Society en 1859 la hizo miembro, la primera mujer en su historia, además de ser miembro honorario de la American Statistical Association unos años más tarde.
“Para los enfermos es importante tener lo mejor.”
¿Por qué la ‘Dama de la lámpara’?
El poeta estadounidense Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) escribió obras muy populares para la época como The Song of Hiawatha, Évangéline o Paul Revere’s Ride. A ellas hay que agregar un poema que dedicó a Florence Nightingale en 1857 en Santa Filomena, donde la denominó por primera vez “the lady of the lamp”:
¡Mirad! En aquella casa de aflicción
Veo una dama con una lámpara.
Pasa a través de las vacilantes tinieblas
y se desliza de sala en sala.
La ‘Dama de la lámpara’ a través del sonido (1890)
Grabación histórica de la voz de Florence Nightingale en ‘Edison Parafine Wax Cylinder’ fechado el 30 de julio de 1890. El sonido es producto de una copia del original realizado por ‘Edison-Bell Company’ de Inglaterra que se incluyó en la serie ‘19th Century Celebrities Series nº1’ que vio la luz en 1933.
La ‘Dama de la lámpara’ a través de las imágenes
1. Tarjeta de visita fotográfica de Florence Nightingale, por Kilburn, c. 1854.
2. Firma de Florence Nightingale.
3. “Una sala del Hospital de Scutari donde Nightingale trabajó”, litografía de Willian Simpson, 1856.
4. “Nightingale recibiendo a los heridos en Scutari”, óleo de Jerry Barrett, 1856 (National Portrait Gallery, Londres).
5. Fotografía de Florence Nightingale, c. 1858.
6. Diagrama de las causas de la mortalidad del ejército en el Este, por Florence Nightingale, 1858.
Recursos bibliográficos
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· Cook, ET (2018). La vida de Florence Nightingale (Vol. 1). BoD – Books on Demand.
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Recursos en línea
· The Florence Nightingale Fund https://www.thenightingalefund.uk/
· Museo de Florence Nightingale https://web.archive.org/web/20111126105616/http:/www.florence-nightingale.co.uk/cms/
· Florence Nightingale and the Red Cross https://www.redcross.org.uk/about-us/our-history/museum-and-archives
· The Life and Times of Florence Nightingale https://lifeandtimesofflorencenightingale.wordpress.com/
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